El internet de las cosas, o IoT, es un sistema de dispositivos informáticos, máquinas mecánicas y digitales, objetos, animales o personas interrelacionados que están dotados de identificadores únicos (UID). Estos dispositivos, tienen la capacidad de transferir datos a través de una red sin que sea necesaria la interacción de persona a persona o de persona a ordenador.
Una cosa en la Internet de las cosas puede ser una persona con un implante de monitor cardíaco. También un animal de granja con un transpondedor de biochip o un automóvil con sensores para alertar al conductor cuando la presión de los neumáticos es baja.
Cada vez más, las organizaciones de diversos sectores utilizan el IoT para operar de forma más eficiente. Comprender mejor a los clientes para ofrecerles un mejor servicio, mejorar la toma de decisiones y aumentar el valor del negocio es importante.
¿Cómo funciona El Internet de las Cosas?
Un ecosistema IoT está formado por dispositivos inteligentes habilitados para la web. Estos dispositivos utilizan sistemas integrados para recoger, enviar y actuar sobre los datos que adquieren de sus entornos. Los dispositivos IoT comparten los datos de los sensores que recogen conectándose a una pasarela IoT o a otro dispositivo. Luego esos datos se envían a la nube para ser analizados o se analizan localmente. A veces, estos dispositivos se comunican con otros dispositivos relacionados y actúan sobre la información que obtienen unos de otros.
La IoT también puede hacer uso de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático. Esto le permite ayudar a que los procesos de recopilación de datos sean más fáciles y dinámicos.
¿Por qué es importante la IoT?
El Internet de las cosas ayuda a las personas a vivir y trabajar de forma más inteligente. Además de ofrecer dispositivos inteligentes para automatizar los hogares, IoT es esencial para las empresas. IoT proporciona a las empresas una visión en tiempo real de cómo funcionan realmente sus sistemas, ofreciendo información desde el rendimiento de las máquinas hasta las operaciones de la cadena de suministro y la logística.
La IoT permite a las empresas automatizar procesos y reducir los costes laborales. También reduce los residuos y mejora la prestación de servicios, haciendo menos costosa la fabricación y la entrega de bienes, además de ofrecer transparencia en las transacciones de los clientes.
Como tal, la IoT es una de las tecnologías más importantes de la vida cotidiana, y seguirá cobrando fuerza a medida que más empresas se den cuenta del potencial de los dispositivos conectados para mantener su competitividad.